Los diamantes sueltos existen desde hace miles de años. De hecho, se les puede encontrar en el Libro del Éxodo y en muchas otras formas de literatura antigua. Algunos de los primeros escritos sobre diamantes proceden de la India e, incluso hace años, se les consideraba como algo poco frecuente y especial. Lo que sigue es una revisión de la evolución de los diamantes sueltos y de lo que se han convertido hoy en día.
Durante muchos años, los diamantes permanecieron en su estado original. No se les cortaba ni pulía como en el presente. No obstante, eran aun así piedras preciosas y se creía que poseían cualidades mágicas. A pesar de que no estaban altamente acabados, se les valoraba por su luminosidad.
En el Budismo, el «Sutra del Diamante» se refiere a las escrituras de sabiduría trascendental. La auto-luminiscencia de Krishna se conoce como «semejante al diamante». Muchas religiones y filosofías antiguas se refieren a los diamantes como a algo de gran claridad y un representante del pensamiento claro o de la visión de cosas de gran importancia. Un diamante engastado en un peto representaba a Zabulón, una de las doce tribus de Israel.
Durante la Edad Media, cuando las enfermedades eran endémicas, los diamantes eran vistos como sanadores. Algunas personas creían que, si uno ingiriera una de estas piedras preciosas, ella podría rehabilitar el cuerpo. Otros las utilizan como herramientas sanadoras para dar buena salud.
Cortes de piedras
Durante muchos años, no era bueno cortar diamantes y, de hecho, se consideraba como algo tabú. Se creía que ello quizás podría afectar el poder que ejercían o hacer que fuesen menos deseables. A pesar de ello, algunas piedras antiguas se pulían un poco y a veces se moldeaban para engastarlas en ciertas monturas, pero, en su mayor parte, permanecían en su estado original.
El Corte Mesa
En el siglo 14 se formó una asociación de talladores de diamantes en Alemania. Estos primeros cortes aprovechaban las formaciones naturales de las piedras, denominadas planos de hendidura. Éstas son las áreas donde se producen las separaciones o adhesiones y donde resulta más fácil cortar la piedra. Este método generaba un mínimo de derroche y producía un corte de tipo cuadrado, pero la forma misma es conocida como un octaedro. Era una piedra que tenía ocho superficies o facetas, que más tarde se conocería como el corte Punta. Hacia la mitad del siglo 15, pasó a llamarse el corte Mesa. Los diamantes sueltos eran valorados por su brillo y dureza extrema. Sin embargo, no tenían el brillo y fuego de los cortes de hoy.
Corte Rosa
Así como las piedras fueron evolucionando, lo mismo ocurrió con las máquinas y la tecnología, y en el año 1500 surgió el corte Rosa. También conocido como Roseta, este corte producía mucha más brillantez que los cortes de diamantes del pasado. Sin embargo, estas piedras no tenían mucho fuego debido al espesor de los cortes.
Cortes Brillantes
El corte Brillante se volvió popular en el siglo 18 y, con el tiempo, ocuparon su lugar el doble corte brillante, que a su vez evolucionó al triple corte brillante. Esto creó el corte Vieja Mina o Cojín. Para entonces, los diamantes se habían convertido en algo muy popular para anillos de compromiso, y eran sumamente pulidos y acabados.
Hoy en día
Los diamantes sueltos modernos están disponibles en una amplia gama de cortes, claridad, tamaños y colores. Usted puede comprarlos por su potencial de inversión, por su belleza, y para hacerlos engastar en todo tipo de joyas. De hecho, los diamantes de EEUU son muy populares hoy en día, ya que cuentan con grandes selecciones y precios asequibles.